miércoles, 25 de mayo de 2016

Reflexión Miriam Yusta Palero


REFLEXIÓN FINAL

El viaje que comenzamos hace cuatro meses por el mundo de la innovación, llega a su fin. Creo que después de este tiempo, se nos ha abierto un universo del que será difícil escapar, ya que nuestros pensamientos ahora se derivan hacía un cambio en la educación, sobre todo en los que componen esta y en el papel que ocupa el profesor en este proceso.
Cuando empezamos las clases de innovación, la profesora nos preguntó que esperábamos de esta asignatura y que era para nosotros innovar. En ese momento, en el que no tenía ninguna idea sobre este tema, pensaba que estaba dirigido a las nuevas tecnologías en el aula o a materiales innovadores que nos servirían para enseñar a los niños de una manera distinta.

Ahora sé que no solo es eso, sé que implica mucho más. Para mí la innovación en el aula es ir más allá de lo material, es hacer crecer a los niños con distintas técnicas, en las que son participes ellos mismos. Estos promueven su propio aprendizaje, gracias a la ayuda de un docente, que les guiará en su camino hacia una educación más completa y reflexiva.

La innovación en el aula compromete a toda la comunidad educativa, pero creo que todo empieza desde el docente que educa a los niños en el aula. Este concepto implica un cambio de mentalidad, para la renovación de la educación. El docente es una pieza clave en el desarrollo de los niños. Este debe promover el trabajo en equipo, así conseguirá un aprendizaje cooperativo, les debe estimular y motivar para sacar el máximo rendimiento posible. También debe fijarse en las capacidades individuales de cada alumno y conseguir un aprendizaje equitativo, que cada niño aprenda a su propio ritmo y según sus necesidades.

La formación del profesor también es clave para conseguir una educación innovadora, ya que este debe estar formándose constantemente, debe ser crítico y no conformarse con simples objetivos, debe ir más allá, construir nuevos aprendizajes. También debe contar con la ayuda o el apoyo de las familias y la comunidad educativa. Estos serán fundamentales para un buen desarrollo personal y profesional. Es muy importante que el profesor tenga el papel de guía y que sea observador, sin olvidar lo fundamental que es la investigación-acción que realiza el mismo.
Otro factor a tener en cuenta, es la reflexión como estrategia docente. En mi opinión es fundamental hacer reflexionar a los niños en el aula. Es una forma de hacerles participe en su propio aprendizaje y de que ellos mismos se den cuenta de esto. Creo que la reflexión en los alumnos incita a querer aprender más, también a que sean más autónomos y más seguros de sí mismos.

Por otro lado, también es muy importante que esta reflexión sea compartida, tanto con los iguales como con el profesor o familia. A través de esta, niños y adultos aprenderán unos de otros. A veces, algunas personas creen que de los niños no se puede aprender nada y están muy equivocados. Estos son capaces de reflexionar como personas mayores, pero para esto necesitan la estimulación que puede proporcionar su entorno más próximo, con los que conviven día a día.

También el profesor, deberá trabajar en conjunto con el equipo docente y familia, para resolver los posibles problemas que presenten los niños.
Esta colaboración es vital para el bueno desarrollo del niño durante las edades más tempranas. La familia será un punto de apoyo muy importante en la educación de sus hijos, por esto es tan importante su comunicación con el tutor de los niños. Estos deberán compartir información sobre los pequeños, sus inquietudes, problemas, pensamientos, etc. Para conseguir una educación más completa, que sea más efectiva y duradera. El papel de las familias, será traspasar a los niños lo aprendido en el colegio a su vida diaria, por lo que tendrán un doble aprendizaje.

En el aula de infantil, la investigación es otro elemento a tener en cuenta por el docente. Este debe indagar distintas formas o métodos de enseñanza para conseguir un aprendizaje más efectivo en sus alumnos. Las distintas formas de exploración para encontrar nuevas tácticas que estimulen, motiven y eduquen a los niños, las debe encontrar el propio maestro con su continuo reciclaje, debe estar en continua formación como he dicho antes.
Una buena herramienta puede ser la investigación acción, en la que el docente se enfrente a nuevas situaciones a través de la reflexión. Con el análisis de las experiencias sobre la práctica educativa, cada docente tendrá la capacidad de reflexionar sobre su propio trabajo, planifique en que puede mejorar e intente actuar, introduciendo mejoras en su metodología de enseñanza. Gracias a esto, saldrá beneficiada toda la comunidad educativa, pero sobre todo los niños.

Después de trabajar en clase temas muy diversos sobre la innovación y aprender los distintos conceptos que engloban a esta, he podido percibir que los proyectos de innovación curricular son imprescindibles para el día a día de los colegios. Creo que no hay muchos colegios que utilicen programas innovadores en sus aulas y esto no debería ser así, aun se trabaja de forma muy tradicional en algunos centros y esto supone un retraso en la educación del futuro.
Está demostrado que los colegios con proyectos innovadores obtienen mejores resultados, que los que prescinden de ellos, por lo que habría que fomentar su uso. Este cambio comienza con el cambio de mentalidad mencionado al principio de la reflexión.

En conclusión, el cambio de la educación está en nuestras manos y nosotros como futuros docentes debemos aprender nuevas formas para motivar el aprendizaje de los niños, muchos de estos objetivos se conseguirán a través de la innovación en las aulas, para ello se necesita interés y sobre todo ganas de investigar y crear una escuela mejor, que nos lleve a una sociedad más satisfactoria. ¡¡Comencemos a innovar!!


Miriam Yusta Palero

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